Las vacaciones son la época del año en que se vuelve una oportunidad única para conectar con la naturaleza y fortalecer los lazos con la familia, reduciendo la hiperconectividad de la que muchas veces somos víctimas.
Durante todo el año estamos la mayor parte de nuestro tiempo en contacto con los dispositivos electrónicos. El problema es que el uso excesivo de estos puede afectar negativamente nuestra Salud Mental, Bienestar y conexión familiar, impactando en el aislamiento social, problemas de sueño, problemas de concentración, sedentarismo y reduciendo la calidad de nuestras relaciones.
Sebastián Bucarey, psicólogo de Grupo Cetep sede Viña del Mar, explica que “es importante una gestión y uso responsable de los dispositivos electrónicos, ya que, si bien llegaron a nuestra vida para facilitarnos muchas de las tareas que debemos hacer en el día a día, el constante uso de ellas puede generar una disminución en el desarrollo de nuestras habilidades. Generar límites saludables de uso, permite comunicar de forma abierta, realizar actividades sin distracciones digitales y establecer hábitos equilibrados entre lo ocupacional y emocional”.
Por otra parte, la interacción con la naturaleza en familia puede promover una mayor conexión emocional como resultado de los beneficios que tiene para nuestro sistema nervioso, alcanzando mayor relajación, interacciones y tiempo de calidad, aprendizajes mutuos y refuerzo de lazos. El entorno natural aporta a lo anterior, reduciendo los niveles de cortisol, hormona del estrés, mejorando el ánimo y disminuyendo los síntomas de depresión y ansiedad a corto, mediano y largo plazo.
“Condiciones como luz natural, aire fresco y sonidos que entrega la naturaleza logran que nos regulemos, pero también que prestemos atención al momento presente, pudiendo ayudar a la concentración, favoreciendo nuestra capacidad reflexiva y de aprendizaje. Además, estar acompañado en estas actividades puede ser muy beneficioso ya que podemos gestionar las tareas, cooperar para disfrutar y enfocarnos en pasarlo bien. No nos daremos cuenta cuando la ansiedad y el estrés se hayan ido de paseo.” Agrega Kapriel Varela, terapeuta ocupacional de Grupo Cetep, sede Viña del Mar.
Para lograr una desconexión efectiva en este tipo de actividades familiares nuestros expertos comparten algunas recomendaciones:
1- Establecer y respetar tiempos de uso de tecnologías de forma responsable, asegurándose de no impactar en los momentos sociales con las familias o amistades como las comidas, salidas, etc. Para ello, podemos desactivar las notificaciones.
2- Fomentar la participación de la familia en la planificación y organización de las actividades para potenciar la conexión.
3- Elegir destinos sin conexión con una cobertura de red limitada o nula para reducir la dependencia de los dispositivos electrónicos.
4- Entregarse a la espontaneidad y flexibilidad. En algunas ocasiones, pueden surgir oportunidades mientras vamos en camino a otro panorama. Está bien si existe un desvío o no se cumplió todo como lo habían planeado.
“Las experiencias en la naturaleza tienen un impacto positivo a mediano y largo plazo en la Salud Mental de todos los individuos, especialmente de los niños, promoviendo la movilidad y la resiliencia, la conciencia ambiental y proporcionando beneficios emocionales, sociales y físicos a largos plazo.” Destaca el psicólogo Bucarey.
Es importante integrar de manera sostenible el principio de “desconectar para conectar” en la vida cotidiana postvacacional practicando ajustes de hábitos en la atención plena, priorizando la calidad en las interacciones, explorando actividades sin tecnología, planificando actividades al aire libre y reflexionando acerca de este equilibrio. Implementar estas estrategias cultiva un estilo de vida sostenible beneficiando nuestra Salud Mental y Bienestar.
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